Comprar una bicicleta, pagar sus estudios o empezar un negocio propio, son algunos de los sueños que todas las personas tienen en algún momento de la vida y para hacerlos realidad no hay nada mejor que cultivar desde temprana edad la cultura del ahorro.
Desde hoy Asobancaria y 12 de sus entidades financieras afiliadas realizarán actividades educativas para más de 7.000 niños en Bogotá, Medellín, Barranquilla, Bucaramanga, Pereira, Cartagena y Pasto, entre otras ciudades para sembrar la semilla del ahorro desde pequeños.
Ahorrar no es otra cosa que tener una reserva de dinero o de otros recursos que se guarda o se cuida en el presente para gastarla o invertirla en el futuro. Para hacerlo no es necesario ser millonario, ni tener ingresos altos, lo único que se necesita es tener deseos y constancia para hacerlo.
En Colombia no hay una cultura cimentada lo suficientemente importante en materia de ahorro, afirma Gustavo Tobón Londoño, Decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Pontificia Universidad Javeriana, para él las personas y las familias en general no ahorran, y esa cultura debe ser enseñada a los niños desde que son pequeños de una manera persistente y no ocasional. Algunos de los mensajes que se pretenden trasmitir durante la jornada hacen referencia a la educación e inclusión financiera para niños y jóvenes.
Catalina Tobón gerente de estrategias de Skandia, considera que ahorrar es uno de los ciclos financieros más importantes que deben tener las personas, lo ideal es que esto se inculque a temprana edad, en donde guardar un centavo que fácilmente se puede gastar en cualquier cosa, puede hacer la diferencia entre saber administrar el dinero y gastarlo por causa del deseo reprimido que se puede llegar a adquirir durante la adolescencia, etapa de la vida en la que uno depende de los padres. Agrega, que las personas como mínimo deberían ahorrar mensualmente un 10% del total del dinero que devengan, lo ideal sería el 30% pero eso es algo muy complicado en la economía colombiana.
¿Qué se debe hacer?
Llevar a cabo esta tarea no es algo sencillo, por eso una de las cosas en las que quiere hacer hincapié el evento es que el rol de los padres es definitivo para que la iniciativa obtenga buenos resultados.
Lo primero que deben hacer los padres es mostrar y enseñar que ellos también ahorran ya que los niños son como esponjas y reproducen todo lo que hacen los adultos; lo segundo que se debe hacer es concientizar a los infantes para que estos cuiden todo lo que tienen, ya que hasta el objeto más humilde tiene un precio y debe ser cuidado; lo tercero y tal vez lo más importante es enseñar bien la definición de la palabra “precio” ya que de ésta se llega a la explicación de lo que significa el dinero, trabajo y el esfuerzo, tres elementos que juegan un papel preponderante en la vida de todos.
Existen dos maneras para ahorrar, una de manera formal que consiste básicamente en tener el dinero destinado al ahorro en una entidad financiera como son los bancos, las compañías de financiamiento o las cooperativas, en donde todo lo que se guarde va tener una rentabilidad y va estar seguro. Y la informal, en donde el dinero destinado al ahorro va a ser guardado en casa, utilizando herramientas tradicionales como la alcancía o debajo del colchón como se conoce popularmente. De esta manera, padres e hijos deben empezar a crear una cultura de educación financiera.
¿Cómo se elabora un plan de ahorro?
En el evento se les enseñará a los pequeños los pasos que deben tener en cuenta para poder construir un plan de ahorro, algunas de las cosas que deben tener en cuenta son: definir cuál es la meta de ahorro, calcular cuánto dinero se necesita para cumplir con la meta, determinar cuánto se puede ahorrar, seleccionar un lugar seguro y por último llevar el control de lo que se ha ahorrado para saber qué tan cerca se está de la meta y si todo lo anterior funciona.
Tomado de Finanzas La República
Viernes, Marzo 15, 2013